Esta primera fase tenía como objetivo iniciar el proceso participativo, recibiendo la opinión de la ciudadanía sobre: cómo aprovechar las fortalezas de la Patacona en el diseño del nuevo barrio, qué debilidades del entorno ya tenía en consideración el diseño inicial y qué mejoras se pueden introducir. Además, se identificaron las líneas de mejora y reivindicaciones que exceden al nuevo barrio, para poder trabajar con la ciudadanía y canalizarlas a las instancias oportunas.
Esto permitió agrupar las inquietudes en paquetes de trabajo según diferentes áreas temáticas y acomodar de manera más directa las dinámicas a los intereses e inquietudes ciudadanas en torno al espacio público, la edificación y los usos terciarios, así como la sostenibilidad del proyecto.